La marca de café Douwe Egberts, absolutamente convencida de la calidad de sus productos, instaló una máquina expendedora para dar a probar su delicioso café en el aeropuerto internacional O.R. Tambo de Johannesburgo (Sudáfrica).
Esta máquina tenía una peculiaridad: en lugar de ser activada con monedas, funcionaba con bostezos. Gracias a un software de reconocimiento facial, la máquina era capaz de detectar los bostezos de los pasajeros que se situaban frente a ella. De esta manera, cada vez que la máquina detectaba un vostezo, premiaba a la persona situada frente a ella con un café gratis.
La máquina fue todo un éxito y contribuyó a aliviar el sueño de 210 pasajeros.
Vía: Marketing Directo